Por otra parte las leyes de las naciones establecen en general como obligatorio para los trabajadores de la industria o el comercio el descanso semanal en día domingo. Por regla cada persona que habita en una ciudad depende para vivir de un trabajo en el cual se le obliga a descansar en domingo, sin importar que cada ser humano tiene el deber ante el Creador ya sea que lo quiera obedecer o no de adorar en día sábado. La ley debe dejar al individuo en libertad de ejercer este deber y no debe obligar a nadie a hacerlo. Leyes dominicales como las que existen en los diferentes estados en Norteamérica, con las cuales se impide comercializar, vender la fuerza de trabajo o algún otro producto en día domingo se han venido copiando en otras naciones como España, Brasil, México.

Pero en cada ocasión se ha venido repitiendo la misma decisión que tomó la la alta corte judicial en Estados Unidos en 1961 al declarar que un ciudadano judío no tenía derecho a abrir su tienda en día domingo porque el estado de Pensylvania había declarado un día general de descanso y había escogido el día domingo para ello. De esta manera la Corte consideró que no se violaba la libertad de conciencia.