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Con el derrumbe del régimen soviético, el comunismo y el socialismo han ido perdiendo terreno en el mundo, y su liderazgo esta procurando ser ocupado por el papado romano y las demás iglesias que se están uniendo en una lucha similar en contra de un globalismo comercial sin controles.
Hasta el mismo Gorvachov, ex-lÃder de lo que fue la Unión Soviética, ha estado en épocas recientes dirigiéndose a los marxistas y socialistas de Europa diciéndoles que hagan como el papa, que vayan y prediquen por toda la tierra su mensaje en favor de los pobres. De allà que los sindicatos y otros organismos de izquierda alabaron al papa el 1 de mayo en el jubileo papal de los trabajadores, por su lucha en favor de los pobres.
Mientras que el capitalismo norteamericano exigió siempre libertad, incluida la de comercio, como sÃmbolo de progreso, el socialismo requirió siempre cierto control humanitario. Mientras que los paÃses protestantes (en especial EE. UU.), expusieron la pobreza y retrazo de los paÃses católicos (los de Europa y Latinoamérica), como resultado de suprimir la libertad de comercio (algo que también adujeron del comunismo y del socialismo); los paÃses católicos acusaron a los paÃses protestantes de volverse rapaces y devoradores, y justificaron la necesidad de "humanizar" la globalización comercial. Nadie niega el valor de la globalización. Lo que se discute tiene que ver con la manera de regular su proceso, si es que debe imponerse una regulación tal (abordó y documentó ampliamente todo esto en mi libro "Jubileo y Globalización. La intención oculta)."
En armonÃa con estos principios en pugna, la Iglesia Católica ha estado tratando de integrar a las diferentes iglesias en una lucha común por la intervención religiosa en los aspectos laborales de los paÃses. Que la imposición del domingo como elemento liberador social católico este en el objetivo principal de ese interés de Roma en los asuntos laborales, puede verse de nuevo en las razones que se están dando para imponer el cierre del comercio en ese dÃa.
En los paÃses latinos de Europa se ha sentido fuertemente la presión de la Iglesia Católica porque se cierren los grandes centros comerciales durante los domingos. Pero como en Latinoamérica mas recientemente, la razón que se invoca no es tanto religiosa, sino social, para que no se impute a esa legislación la acusación de violar el principio de separación de iglesia y estado, algo que también procuran hacer los promotores del domingo en EE. UU. De allà que el papa, en su carta Dies Domini, haya establecido que no se opone al placer del deporte los domingos, ni del entretenimiento social que es un bien para la familia (cf. Jubileo y Globalización..., 211). El valor sagrado del domingo según el criterio católico, tiene que ver con la hora de culto, y requiere por ende la libertad de la gente para poder asistir a la Iglesia.
En España lograron imponer en 1996 el cierre de los grandes supermercados durante los domingos, con excepción de ocho domingos al año, y que ahora no están dispuestos a ceder a mas de 12. Esto, según aducen, ha favorecido a los comercios minoristas, ya que en los dÃas de trabajo mucha gente no tiene tiempo de ir a los grandes centros comerciales. Ante el argumento de que la gente debe tener un dÃa libre para poder salir de compras, se ha argumentado en España y continua argumentándose en Argentina, que para eso esta el dÃa sábado (algo que hasta cierto punto podrÃa sonar contradictorio).
En Alemania, la intervención del papa en el debate fue también abierto, ya que defendió el cierre de los domingos como "fiesta de la fe." "En vez de visitar la casa de Dios," arguyo el papa, "un numero creciente de personas prefiere pasar el tiempo en los santuarios del consumismo... Preocupa el hecho de que el mostrador de compras atraiga a la gente mas que el altar de una iglesia," razón por la cual el papa pide "apoyar con valentÃa y sin componendas la dimensión profética del domingo," cf. Jubileo y Globalización... , 211. A esta embestida papal por el cierre de los comercios alemanes en domingo, siguió "una campana publicitaria" de la Iglesia protestante. "Las jerarquÃas católicas y protestantes, asà como las organizaciones laicas asociadas, consideran que el descanso de los domingos es de un valor cultural, social y religioso de primer orden, una conquista irrenunciable, y recuerdan que esta protegido expresamente por un articulo de la Constitución alemana," cf. ibid.
En Chile, Uruguay y Argentina, la Iglesia Católica ha estado tratando de unir las diferentes iglesias en planes y propósitos comunes, entre los que incluyen los aspectos laborales. Mas recientemente en Argentina, están luchando los sectores laborales, en conjunto con la Iglesia Católica, por imponer el cierre que existe ya en algunos paÃses de Europa como medio de control de los grandes centros comerciales globales, y en favor de la pequeña industria. En el proyecto de ley que están promoviendo, se establece que "los establecimientos comerciales en todo el paÃs deberán permanecer cerrados los dÃas domingo. Como excepción y solamente cinco domingos en el año los establecimientos comerciales podrán permanecer abiertos," Proyecto de ley de cierre obligatorio los domingos..., art. 2. Una excepción se darÃa con los pequeños comercios de alimentos (pan pastelerÃa y reposterÃa, comidas preparadas, restaurantes, bares, teatros, cines, juegos, etc.), en centros de entretenimientos, y los que están en los centros de transporte o de gran afluencia turÃstica, ibid, art. 4. Se declara en forma clara que se procura "establecer la obligatoriedad de cerrar los Domingos, a efectos de humanizar el trabajo y proteger al negocio barrial. "Entrevista con el Jefe de Gabinete de Ministros," Bs. As., 12 de julio de 2000.
Que la Iglesia Católica esta detrás de todo esto se ve en la Circular 20/2000 que publico el diario ClarÃn el 14 de Junio de 2000. Literalmente dicen que "la Iglesia, receptora de las múltiples angustias de la población y en consonancia con la orientación impuesta por su Santidad Juan Pablo II, ha expresado unánimemente la necesidad de un cambio del actual esquema económico social y asà se lo hizo saber al propio FMI." Por esta razón también, los organismos polÃticos y sociales que propugnan una ley de cierre los domingos, creen que deben movilizarse para que "una vez aprobada la propuesta" se tome contacto inmediato "con el sindicato local, los representantes de la Iglesia y otras fuerzas que compartan la idea de 'humanizar la economÃa y el trabajo,' preservando el descanso dominical para el encuentro familiar."
Como era de esperarse, el Arzobispado de Bs. As. "Brindo total apoyo a las gestiones... para el cierre obligatorio del comercio los dÃas Domingo" (Cierre de Comercios el Domingo, 17 de Julio, 2000), aduciendo que "hay que preservar el Domingo como DIA de descanso y unión familiar y defender a... los trabajadores contra los efectos nocivos de la globalización que deshumaniza el trabajo y la economÃa" (Monseñor Bergoglio). "Este apoyo se suma a los brindados por las comisiones integradas por Cámaras y Sindicatos de Empleados de Comercio junto a los Obispados" en otras ciudades de Argentina" (Comunicado de Prensa, Cierre los dÃas Domingo..., Bs. As., 18 de julio 2000).
Siendo que los hipermercados se oponen a una ley tal, los que la promueven se apoyan en presuntos éxitos obtenidos ya en Europa con leyes semejantes. "Ante quienes sostienen que esto es un retroceso, nosotros afirmamos," declaro Francisco Mantilla, secretario de la Coordinación de Actividades Mercantiles Empresarias (CAME), que "ante quienes sostienen que esto es un retroceso, nosotros afirmamos que, por el contrario, este proyecto es un gran avance. En diversos paÃses de la Comunidad Europea ya se implemento (trayendo como resultado un incremento en las ventas de los comercios barriales en un 15%), y los consumidores están en una gran mayorÃa de acuerdo."
"Debemos tomar los ejemplos de las grandes ciudades europeas en cuanto a la regulación de la actividad de las grandes superficies comerciales y en la puesta en practica del cierre de los dÃas domino para el comercio, incrementando de esta manera las ventas de los comercios de cercanÃa," IbÃd.
En la década de los 70,
Harold Lindsey, un periodista evangélico (bautista) norteamericano,
propuso también por razones laborales y religiosas una ley dominical
de cierre en los EE. UU. Nuestra iglesia reacciono fuertemente contra
esa propuesta por su implicación en el principio de separación de iglesia
y estado que se quiere mantener para preservar la libertad de conciencia.
Muy agudamente, Lindsey respondió argumentando en esencia, que si una
ley dominical afectaba a los adventistas, podrÃa estudiarse la posibilidad
de cerrarse los sábados. Spangler, director ministerial de la Asoc.
Gral. y editor de Ministry, no encontró otra alternativa que proponer
el lunes como DIA de cierre laboral, argumentando siempre la necesidad
de no implicar aspectos religiosos en la ley norteamericana.
Siendo que hemos entrado en la globalización, la embestida renovada
ahora en pro del domingo es también universal. Un argumento diferente
al de Spangler hubiera sido que, de implementarse una ley dominical
de cierre, debiera implementarse una ley de cierre para todos los dÃas
religiosos de la gente como el viernes (para los musulmanes) y los sábados
(adventistas y judÃos), y no porque aboguemos por ello (atentarÃa contra
el principio de libertad que defendemos), sino como ilustración para
que se vean las implicaciones de una ley tal en favor del domingo. En
el caso de los tres dÃas como cierre, equivaldrÃa a una igualdad de
todos los cristianos y musulmanes ante la ley, con excepción de cualquier
otra religión o carencia de religión que verÃan limitada su libertad.
En efecto, mientras podemos reconocer que es justo que cada cual tenga
libertad para no trabajar en su dÃa de culto, no podemos aceptar que
se suprima la libertad de trabajar del que no posea esa misma fe. En
este contexto, la propuesta actual de tener el sábado como dÃa de libre
comercio y el domingo como dÃa de cierre, es un paso que favorece una
religión a expensas de otra de una manera realmente alarmante.
En cuanto a las razones
laborales y sociales que se aducen en contra de los hipermercados y
grandes emporios comerciales, podemos argüir que, de buscarse un control
para no perjudicar las pequeñas empresas, pueden encontrarse otros medios
que no tengan nada que ver con un dÃa de cierre.
El problema implicado en la tendencia actual es el de olvidarse de las
minorÃas en favor de las mayorÃas. Siendo que la mayorÃa de las religiones
cristianas guarda el domingo, el daño que la defensa de principios mayoritarios
cause a las minorÃas ya no tiene relevancia. Una especie de totalitarismo
se esta comiendo a las democracias multipartidistas que respetan las
minorÃas y los derechos de todos los ciudadanos en igualdad de condiciones
ante la ley.
E. de White anticipo
en mas de un siglo los argumentos sociales que se invocarÃan para imponerse
la observancia del domingo, dando como prueba los intentos que a fines
del siglo pasado se estaban dando ya para
imponserse el cierre del domingo.
"Sin embargo, esa misma clase de gente (religiosa que niega el sábado) asegura que la corrupción que se va generalizando mas y más, debe achacarse en gran parte a la violación del asà llamado 'dÃa del Señor' (domingo), y que si se hiciese obligatoria la observancia de este dÃa, mejorarÃa en gran manera la moralidad social," CS, 644.
"En dicho paÃs (EE.UU),
la obra de la temperancia que es una de las reformas morales más importantes,
va a menudo combinada con el movimiento en favor del domingo, y los
defensores de este actúan como si estuviesen trabajando para promover
los más altos intereses de la sociedad; de suerte que los que se niegan
a unirse con ellos son denunciados como enemigos de la temperancia y
de las reformas. Pero la circunstancia de que un movimiento encaminado
a establecer un error este ligado con una obra buena en si misma, no
es un argumento en favor del error. Podemos encubrir un veneno mezclándolo
con un alimento sano pero no por eso cambiamos su naturaleza. Por el
contrario, lo hacemos más peligroso, pues se lo tomara con menos recelo.
Una de las trampas de Satanás consiste en mezclar con el error una porción
suficiente de verdad para cohonestar aquel. Los jefes del movimiento
en favor del domingo pueden propagar reformas que el pueblo necesita,
principios que estén en armonÃa con la Biblia; pero mientras mezclen
con ellas algún requisito en pugna con la ley de Dios, los siervos de
Dios no pueden unirse a ellos. Nada puede autorizarnos a rechazar los
mandamientos de Dios para adoptar los preceptos de los hombres,"
CS, 644-645.
DIA DOMINGO EN CHILE
Código: ZS03052704
Fecha publicación: 2003-05-27
Comité Permanente del episcopado chileno: «Vivamos el domingo en familia»
SANTIAGO, 27 mayo 2003 (ZENIT.org).- Publicamos a continuación el documento –fechado el 23 de mayo-- fruto de la reflexión del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile sobre la cuestión del descanso dominical y su repercusión para las familias del paÃs.
* * *
Vivamos el domingo en familia
1. Con ocasión de la introducción experimental de una jornada laboral
al mes para el comercio en Santiago Centro en dÃa Domingo, los Obispos
del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile abordamos
nuevamente el problema más grave que ha surgido, desde hace bastante
tiempo, a raÃz de la práctica de abrir ampliamente las puertas del comercio
todos los domingos del año. Esta costumbre, que se está adoptando en
nuestra sociedad, debe ser analizada desde una perspectiva antropológica,
religiosa y familiar.
2. Como pastores, los Obispos constatamos el daño profundo que sufre
una familia a causa del desempleo. Por eso, alentamos de corazón todas
las iniciativas que promuevan un empleo digno para todos los chilenos
que buscan trabajo. Sin embargo, consideramos que es urgente para el
paÃs que se legisle para defender el domingo como dÃa de descanso, permitiendo
aquellas tareas cuyo funcionamiento es necesario, mediante turnos indispensables,
para el bien de la sociedad.
3. Esta convicción se funda, en primer lugar, en la misma naturaleza
humana. Lo recordaba recientemente Juan Pablo II en su Carta Apostólica
“Dies Domini” (El DÃa del Señor), destacando que el ser humano necesita
descansar. Numerosas naciones desarrolladas asà lo han comprendido,
y en ellas sólo algunos centros comerciales abren sus puertas los domingos.
Lo hacen en sistemas de turno y por pocas horas.
4. Nuestro paÃs, sin embargo, encabeza la lista de aquellos con más
horas de trabajo semanal. Vemos con preocupación cómo muchos hombres
y mujeres se ven obligados a largas jornadas, que se prolongan por los
trayectos hasta los lugares de trabajo. No faltan los que prolongan
su trabajo en el hogar. Sus hijos duermen cuando los padres salen a
trabajar, y a veces ya se han acostado cuando regresan cansados por
la noche. Urge acortar las horas semanales de trabajo.
5. ¡Cuánto mayor es el daño, si los que trabajan toda la semana tienen
que volver al trabajo el dÃa domingo, repitiendo la rutina de los dÃas
laborales! Tampoco la compensación con un dÃa libre durante la semana
parece resolver bien esta grave dificultad, pues es probable que en
ese dÃa, en la mayorÃa de los casos, el resto de la familia se encuentre
laborando o estudiando. No hay horas extraordinarias ni compensación
económica que pueda suplir la falta del padre y de la madre en los momentos
de vida familiar.
6. Si hubiera que hacer excepciones en el funcionamiento del comercio,
desde el punto de vista del bien de las familias, más vale pensar en
otra solución, como la de ofrecer esta posibilidad laboral a personas
necesitadas de trabajo, distintas del personal estable.
7. Si bien los obispos valoramos los avances que la legislación laboral
chilena ha logrado en esta materia, creemos que, como sociedad, no se
deberÃa permitir que la actividad recreativa o comercial de numerosas
familias se deba sustentar en el trabajo extraordinario obligado de
otras. Y esto particularmente porque los hogares de nuestra patria no
resisten la ausencia prolongada de los padres de familia, especialmente
de la madre, en los dÃas de fiesta.
8. Como pastores, recordamos a todos los católicos lo que tan claramente
ha expresado Juan Pablo II en la Carta citada: el Domingo es el dÃa
del Señor; es un dÃa diferente, y los cristianos lo consagramos a Dios
con la EucaristÃa, el descanso y la oración.
9. Los obispos del Comité Permanente pedimos al Señor que ilumine a
los legisladores, autoridades y empresarios en esta materia tan importante
para la familia y las personas, y para que no queden estas importantes
decisiones al único juicio del dinero.
+Manuel Camilo Vial Risopatrón
Obispo de Temuco
Secretario General de
la Conferencia Episcopal de Chile
VIERNES l4 DE JULIO DE
2000
COMERCIO
Los comerciantes de nuestra
ciudad exhibirán desde mañana en el interior de sus locales un volante
originado en el Cecis en el que la entidad empresaria y sus cámaras
adheridas promueven el retorno a la legislación provincial que determina
el cierre de los establecimientos en dÃas domingo. El vice-presidente
del sector Comercio, Luis Rébora explicó a "Telediario" que
la iniciativa contempla las perspectivas "social y económica".
"Por la primera se promueve la integración del grupo familiar en
ese dÃa de la semana y en la restante se busca que no haya competencia
desleal, en particular de las grandes superficies comerciales".
Los directivos del Cecis anunciaron
además que han convocado para el lunes a mediodÃa a los legisladores
departamentales que residen en RÃo Cuarto y la región donde explicarán
a diputados y senadores el carácter y argumentos de la iniciativa empresaria.
Ley 18.204
DESCANSO SEMANAL.
BUENOS AIRES, 12 de Mayo de 1969
BOLETIN OFICIAL, 15 de Mayo de 1969
Vigentes
*ARTICULO 1.- En todo el territorio de la Nación queda prohibido,
desde las 13 horas del dÃa sábado hasta las 24 horas del dÃa
domingo siguiente, el trabajo material por cuenta ajena y el que se
efectúe con publicidad por cuenta propia en actividades,
explotaciones, establecimientos o sitios de trabajo públicos o
privados, aunque no persigan fines de lucro, sin otras excepciones
que las autorizadas por los reglamentos que se dictaren en
cumplimiento de la presente ley.
Observado por:
Decreto Nacional 1.686/91 Art.1
(B.O. 03-09-91). Se exceptúa
a la Loter a Nacional de la prohibición establecida en este
artÃculo de la Ley, permitiendo el trabajo los dÃas sábados después
de la 13 hs. y hasta
las 24 hs. del dÃa domingo.
ARTICULO 2.- La prohibición estatuida en el artÃculo anterior no
reduce la duración maxima semanal de trabajo fijada por la ley 11
544. A tal efecto, las horas semanales de trabajo podrán
distribuirse en forma desigual entre los dÃas laborables de la
semana, con la limitación que resulte de la reglamentación.
Ref. Normativas:
Ley 11.544
ARTICULO 3.- Las excepciones a la prohibición establecida por el
artÃculo 1 serán fijadas por el Poder Ejecutivo nacional mediante
reglamentaciones de car acter nacional o regional, por actividad o
tipo de explotación.
Las reglamentaciones
especificarán las causas que justifiquen las
excepciones, sus modalidades y las propias del otorgamiento del
descanso semanal compensatorio.
ARTICULO 4.- Ninguna excepción, respecto a la obligación del
descanso establecido en el artÃculo 1 ser aplicable a los menores
de 16 años.
ARTICULO 5.- Esta ley no será de aplicación en los casos en que el
descanso semanal sea objeto de reglamentación especÃfica en
estatutos legales particulares.
ARTICULO 6.- Las violaciones a las disposiciones de la presente ley
y de sus reglamentaciones serán sancionadas con multas de diez mil
a cien mil pesos moneda nacional (m$n 10.000 a m$n 100.000) por
persona en infracción.
La aplicación de la sanción se efectuará conforme al procedimiento
y por la autoridad que establezcan las pertinentes normas legales
nacionales o provinciales, según sea la jurisdicción donde se
produzca la infracción.
ARTICULO 7.- Esta ley entrará en vigencia el 1 de junio de 1969.
ARTICULO 8.- Deróganse las leyes 4.661 y 11.640 y el decreto ley 10
375/56 y tiénense por sustituidas las leyes provinciales que
estatuyen sobre descanso en dÃas sábado por la tarde y dÃas
domingo.
Disposiciones transitorias (artÃculos 9 al 11)
ARTICULO 9.- Hasta tanto
el Poder Ejecutivo nacional no dicte las
normas reglamentarias pertinentes seguirán rigiendo, en cuanto
resulten compatibles con las disposiciones de esta ley, los
regÃmenes de excepciones generales y especiales a la prohibición de
trabajar los dÃas sábado por la tarde y los dÃas domingo, vigentes
en el orden nacional y en el provincial.
La distribución desigual
de las horas semanales de trabajo entre
los dÃas laborables de la semana se efectuará conforme lo dispuesto
por el decreto nacional 16.115/33.
Ref. Normativas:
Decreto Nacional 16.115/33
ARTICULO 10.- En los contratos de trabajo en vigor a la fecha de
entrada en vigencia de la presente ley, en aquellas provincias en
que por aplicación de sus respectivas legislaciones sobre descanso
en dÃa sábado por la tarde el perÃodo de prestación de servicios
semanal es inferior a 48 horas, el mismo seguirá retribuyéndose con
la incrementación salarial que hubiesen establecido dichas normas.
En caso de una eventual extensión del perÃodo semanal de trabajo
hasta el lÃmite de 48 horas, por aplicación de la presente ley, las
horas de labor que se adicionasen se remunerarán sin
incrementación.
ARTICULO 11.- ComunÃquese, publÃquese, dése a la Dirección Nacional
del Registro Oficial y archÃvese.
FIRMANTES
ONGANIA - Krieger Vasena.
ALEMANIA: LAS IGLESIAS CONTRA LA APERTURA DE TIENDAS EN DOMINGO
BERLIN, 10 ago (ZENIT).- «Están bailando con el becerro de oro». Manfred Kock, presidente del Consejo de las Iglesias Luteranas alemanas, es muy duro con lo que sucedió el pasado domingo en dos ciudades del Este de Alemania (Halle e Dessau) y en BerlÃn: tiendas abiertas, grandes supermercados llenos hasta los topes, como si fuera un dÃa más de la semana. En la capital, se violaron las indicaciones del Ayuntamiento: los grandes almacenes Kaufhof, situados en la famosa Alexanderplatz, en lugar de limitarse a la venta de objetos exclusivamente turÃsticos, como concedió la administración local, puso en venta toda la gama de sus productos. Y anuncia que lo volverá a hacer este fin de semana, a pesar de la amenaza de multas, gracias a los óptimos resultados de las ventas: más de ocho mil clientes en tan sólo cinco horas constituyen entradas fenomenales.
Las Iglesias en Alemania están preocupadas, pues tienen miedo a que la tendencia se extienda por toda Alemania, barriendo de golpe lo poco que queda del carácter sagrado del domingo. Hasta ahora habÃan logrado detener la ola de consumismo dominical (con la excepción de los domingos que preceden a la Navidad), pero en estos momentos la situación parece escaparse de las manos.
«Lo que ha sucedido es un acto descarado contra el dÃa festivo, que es un bien precioso para la tradición judeocristiana. La interrupción del trabajo en el domingo es saludable. Ahora es posible que se dañe sensiblemente el ritmo consolidado de trabajo y descanso», explica el reverendo Kock.
La Conferencia episcopal católica alemana también ha manifestado su oposición. «El respeto del domingo, anclado en la Constitución --explica el portavoz Rudolf Hammerschmidt--, es evitado con trucos. Pero la Iglesia rechaza cualquier trabajo en el domingo, a no ser que sea indispensable para el bien común. No es posible que los intereses económicos dicten el ritmo de la vida».
«Alternar el trabajo
y el descanso --añade el obispo Josef Homeyer, presidente de la Comisión
de la Conferencia Episcopal Alemana para Cuestiones Sociales-- no es
sólo de interés religioso: el domingo pertenece a la herencia de la
humanidad, tiene un significado antropológico y social fundamental.
Una semana laboral de siete dÃas no tiene en cuenta el ritmo vital del
hombre».
El obispo de Limburg, Franz Kamphaus, ha explicado que «en juego se encuentra mucho más que el aspecto religioso, el matrimonio y la familia necesitan de tiempo libre para pasar momentos juntos».
Las Iglesias no se han quedado solas en sus denuncias. A ellas, se han unido los sindicatos, que consideran que se privilegia el interés de los consumidores, en detrimento de los trabajadores. «Para nosotros --ha dicho Holger Wenzel--, lÃder sindical de esta categorÃa, el domingo sigue siendo un tabú, lucharemos con las uñas y con los dientes pare defenderlo».
No será fácil: representantes
del mundo polÃtico, comenzando por los socialdemócratas en el poder,
se dicen favorables a una modificación de las normativas que regulan
los horarios de apertura de las tiendas, aprobadas en 1956 en virtud
de la norma constitucional que garantiza el derecho al descanso dominical.
En 1996, ya se habÃan realizado importantes modificaciones, permitiendo
horarios más amplios del lunes al sábado.
Ahora, muchos länder (las regiones federales alemanas) piden a voz en grito una ulterior liberalización, hasta el punto de que el ministro de EconomÃa de Baja Sajonia, el socialdemócrata Peter Fischer, ha anunciado: «Desde el final del año, la prohibición dominical será suprimida. Cada comerciante tiene derecho a hacer lo que quiera».
Además, el éxito de la
apertura de las tiendas en las tres ciudades está sometiendo a los polÃticos
a una seria presión. Lo mismo sucede con los sondeos publicados por
la red de televisión privada RTL: dos terceras partes de los alemanes
se dice favorable a la apertura dominical.
El fenómeno tiene un
evidente carácter simbólico, subrayado incluso por la prestigiosa «Süddeutsche
Zeitung» de Munich, quien comenta: «Cuando se promulgó la ley, en 19556,
la asistencia dominical a la Iglesia era quizá una costumbre. Hoy ya
no es asû. La apertura de las tiendas en domingo se convierte, de este
modo, en el sÃmbolo del avance de la secularización en un paÃs como
Alemania.
ZS99081007 (www.zenit.org)
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