País Ver más de esta sección Lunes 19 de mayo de 2003 Edil de Santiago “celebró” apertura del comercio el fin de semana;
vicario de los Trabajadores lo criticó con dureza
Lavín entra en pugna abierta con la Iglesia “No respetar el descanso dominical provoca dos consecuencias muy negativas: el trabajo se deshumaniza y la familia se deteriora. Dios descansó al séptimo día, y si así lo quiso el Creador, así también lo quiere nuestra Iglesia Católica”. Ignacio Muñoz, vicario de los Trabajadores. Erick Rojas Montiel
La
Nación
Afecto como siempre a las inauguraciones de gran impacto mediático, el alcalde de Santiago, Joaquín Lavín, “celebró” ayer en la esquina de Huérfanos con Estado -al ritmo de bailes alegóricos y batucadas- la implementación de su medida destinada a que, al menos una vez al mes, el comercio del sector céntrico de la capital funcione los siete días de la semana. “Esperamos hacer un balance de las ventas”, dijo, “pero creemos que realmente esto ha sido un éxito total. La idea de la Municipalidad es que el centro sea entretenido el día domingo...y esperamos que el centro abra un fin de semana al mes”, señaló. Pero, si bien Lavín esperaba las críticas de los empresarios del comercio minorista y de los trabajadores que unilateralmente fueron obligados a laborar ayer, nunca pensó que un representante de la Iglesia Católica lo atacaría por la medida. Al menos no tan frontalmente como lo hizo el vicario de los Trabajadores, Ignacio Muñoz, quien a mediodía ofició una misa especial para los trabajadores del comercio de Santiago en la Catedral Metropolitana y luego, junto a varios representantes sindicales de la CUT y otros organismos, visitó a los empleados del sector que a esa hora se encontraban trabajando obligados. En ese contexto, puntualizó: “No respetar el descanso dominical
provoca dos consecuencias muy negativas: El trabajo se deshumaniza y la
familia se deteriora... Dios descansó al séptimo día,
y si así lo quiso el Creador, así también lo quiere
nuestra Iglesia Católica”.
El religioso agregó que “es lamentable cómo los grandes
centros comerciales han montado verdaderos shows para festejar esta campaña,
que tiene un sentido mercantil”.
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El vicario de los Trabajadores, Ignacio Muñoz, saludó a quienes ayer interrumpieron su descanso.
Los comentarios del vicario de los trabajadores molestaron a Lavín, quien no escondió su disconformidad y replicó: “Estoy totalmente en desacuerdo con lo que dice el vicario. Primero, en todo Chile hay establecimientos comerciales abiertos los domingos. Cuándo se ha visto que el señor vicario esté reclamando por eso. Yo le diría al señor vicario, ¿cuál es el problema para la familia? El problema para la familia es que no hay trabajo, no hay ‘pega’, y todo lo que se haga por crear actividad y por dar nuevos puestos de trabajo es bueno para la familia. Estoy seguro que todas las familias de Chile piensan lo mismo”, respondió. Al ser requerido sobre su posición de católico confeso
y practicante frente al tema del descanso dominical, el edil guardó
por un instante silencio, y luego respondió sin ir al fondo del
asunto. Repitió que “lo único que quiero decir es que mientras
más actividad y empleo creamos, será mejor para la familia”.
Luego, se retiró sin entregar más comentarios a la prensa.
CUT CRITICA “EL CINISMO DE LA DERECHA”
Para enfrentar la intención del alcalde de Santiago, Joaquín Lavín, de abrir el comercio del centro de la ciudad los siete días de la semana, de 11 a 19 horas, una vez al mes “a lo menos” según propia declaración del edil, los dirigentes de la Confederación Nacional de Trabajadores del Comercio y Servicios (Consfecove) y la CUT recorrieron, junto al vicario de los Trabajadores, Ignacio Muñoz, las principales multitiendas de la capital. Según el consejero de la CUT, Claudio Aravena, “los comerciantes
que abrieron hoy (ayer) están vulnerando la ley laboral y esperamos
que los inspectores de la Dirección del Trabajo cursen las multas
correspondientes”.
El timonel de la multigremial, Arturo Martínez, fue un tanto
más agresivo: “La forma de hacer las cosas de Joaquín Lavín
demuestra el cinismo de la derecha. Mientras se golpea el pecho en defensa
de la familia desprecia a los trabajadores y su derecho a descansar y compartir
con sus familias. Mientras habla de defender la institucionalidad incita
a los empresarios a violar los contratos de trabajo”.
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