ZENIT, 10 de agosto de 1999
EL MUNDO VISTO DESDE ROMA

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SANTA SEDE


ALEMANIA: LAS IGLESIAS CONTRA LA APERTURA DE TIENDAS EN DOMINGO
Los grandes almacenes pretenden abrir los siete días de la semana

BERLIN, 10 ago (ZENIT).- «Están bailando con el becerro de oro». Manfred
Kock, presidente del Consejo de las Iglesias Luteranas alemanas, es muy
duro con lo que sucedió el pasado domingo en dos ciudades del Este de
Alemania (Halle e Dessau) y en Berlín: tiendas abiertas, grandes
supermercados llenos hasta los topes, como si fuera un día más de la
semana. En la capital, se violaron las indicaciones del Ayuntamiento: los
grandes almacenes Kaufhof, situados en la famosa Alexanderplatz, en lugar
de limitarse a la venta de objetos exclusivamente turísticos, como concedió
la administración local, puso en venta toda la gama de sus productos. Y
anuncia que lo volverá a hacer este fin de semana, a pesar de la amenaza de
multas, gracias a los óptimos resultados de las ventas: más de ocho mil
clientes en tan sólo cinco horas constituyen entradas fenomenales.

Consumismo dominical
Las Iglesias en Alemania están preocupadas, pues tienen miedo a que la
tendencia se extienda por toda Alemania, barriendo de golpe lo poco que
queda del carácter sagrado del domingo. Hasta ahora habían logrado detener
la ola de consumismo dominical (con la excepción de los domingos que
preceden a la Navidad), pero en estos momentos la situación parece
escaparse de las manos.

«Lo que ha sucedido es un acto descarado contra el día festivo, que es un
bien precioso para la tradición judeocristiana. La interrupción del trabajo
en el domingo es saludable. Ahora es posible que se dañe sensiblemente el
ritmo consolidado de trabajo y descanso», explica el reverendo Kock.

La posición de los católicos
La Conferencia episcopal católica alemana también ha manifestado su
oposición. «El respeto del domingo, anclado en la Constitución --explica el
portavoz Rudolf Hammerschmidt--, es evitado con trucos. Pero la Iglesia
rechaza cualquier trabajo en el domingo, a no ser que sea indispensable
para el bien común. No es posible que los intereses económicos dicten el
ritmo de la vida».

«Alternar el trabajo y el descanso --añade el obispo Josef Homeyer,
presidente de la Comisión de la Conferencia Episcopal Alemana para
Cuestiones Sociales-- no es sólo de interés religioso: el domingo pertenece
a la herencia de la humanidad, tiene un significado antropológico y social
fundamental. Una semana laboral de siete días no tiene en cuenta el ritmo
vital del hombre».

El obispo de Limburg, Franz Kamphaus, ha explicado que «en juego se
encuentra mucho más que el aspecto religioso, el matrimonio y la familia
necesitan de tiempo libre para pasar momentos juntos».

Oposición de sindicatos
Las Iglesias no se han quedado solas en sus denuncias. A ellas, se han
unido los sindicatos, que consideran que se privilegia el interés de los
consumidores, en detrimento de los trabajadores. «Para nosotros --ha dicho
Holger Wenzel--, líder sindical de esta categoría, el domingo sigue siendo
un tabú, lucharemos con las uñas y con los dientes pare defenderlo».

Políticos por la apertura dominical
No será fácil: representantes del mundo político, comenzando por los
socialdemócratas en el poder, se dicen favorables a una modificación de las
normativas que regulan los horarios de apertura de las tiendas, aprobadas
en 1956 en virtud de la norma constitucional que garantiza el derecho al
descanso dominical. En 1996, ya se habían realizado importantes
modificaciones, permitiendo horarios más amplios del lunes al sábado.
Ahora, muchos länder (las regiones federales alemanas) piden a voz en grito
una ulterior liberalización, hasta el punto de que el ministro de Economía
de Baja Sajonia, el socialdemócrata Peter Fischer, ha anunciado: «Desde el
final del año, la prohibición dominical será suprimida. Cada comerciante
tiene derecho a hacer lo que quiera».

Símbolo de la descristianización
Además, el éxito de la apertura de las tiendas en las tres ciudades está
sometiendo a los políticos a una seria presión. Lo mismo sucede con los
sondeos publicados por la red de televisión privada RTL: dos terceras
partes de los alemanes se dice favorable a la apertura dominical.

El fenómeno tiene un evidente carácter simbólico, subrayado incluso por la
prestigiosa «Süddeutsche Zeitung» de Munich, quien comenta: «Cuando se
promulgó la ley, en 19556, la asistencia dominical a la Iglesia era quizá
una costumbre. Hoy ya no es así». La apertura de las tiendas en domingo se
convierte, de este modo, en el símbolo del avance de la secularización en
un país como Alemania.
ZS99081007

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