El cabro, que es adventista desde hace 14 años, llevaba cinco laburando como digitador en una empresa de cobranzas y, hasta el momento de su despido, nunca había tenido atados, ya que era súper trabajador, contó.

Sin embargo, eso no le sirvió de nada cuando el subgerente de operaciones lo llamó a su oficina para decirle que tenía que agarrar sus cositas e irse de allí, debido a que su religión no le permite laburar los sábados.

"Yo soy adventista y mi religión dice que el sábado debemos dedicarlo a la oración. En la oficina lo sabían desde el momento en que me contrataron y hasta ahora nunca hubo problemas por eso", contó el afectado.

Ismael recibió el apoyo del diputado socialista Alejandro Navarro, quien, además de criticar la decisión de la empresa, por considerarla "discriminatoria", anunció que solicitará un dictamen sobre este caso a la Dirección del Trabajo y se reunirá con el ministro del Trabajo, Ricardo Solari, para ponerlo al tanto.

"Ismael trabajaba en esta empresa con un contrato laboral que decía claramente que sus labores se desarrollaban de lunes a viernes", dijo Navarro, agregando que si había que trabajar los sábados, el cabro se quedaba hasta más tarde los viernes e incluso iba a la oficina los domingos.

"Lamentablemente, éste no es el único caso de discriminación, pues hay muchos adventistas han sido despedidos por negarse a trabajar el sábado. El caso de Ismael es diferente, porque se decidió a contarlo y a llegar hasta las últimas consecuencias con esto", añadió.

Por su litro, Ismael asegura que no va a transará con nadie e insiste en que si le dan a elegir entre la religión que profesa y una pega, se queda con las oraciones y el tatita Dios.